EL POZOL "UNA TRADICIÓN MILENARIA"

 En el exuberante territorio del sureste de México, el prodigio del sol y la fertilidad hicieron brotar el cacao y el maíz como sustento de sus antiguos habitantes, quienes agregaron agua a sus deseos de sobrevivencia para dar origen al pozol, bebida tan antigua como la cultura de sus creadores.

Desde la época prehispánica, los Maya-Chontales de Tabasco, elaboraban una bebida a base de cacao y maíz a la que llamaban "pochotl", el cual era muy apreciado entre los antiguos habitantes de estas tierras por ser un nutriente de resistencia para los viajeros indígenas.

Esta bebida sigue siendo considerada por los Tabasqueñas como parte de una tradición ancestral que es pasada de generación en generación por los habitantes de estas tierras.

Se creerá que la elaboración del pozol es sencilla, cosa que no es cierto, aun en las comunidades tabasqueñas es común ver que los habitantes llevan acabo la preparación de esta bebida con las bases prehispánicas que dieron origen a esta refrescante tradición. Esta preparación va desde la recolección del maíz, el desgranado y la nixtamalización de este, así como la selección de los frutos del cacaotero de donde son extraídos las semillas de cacao, para seguir con su limpieza, secado, tostado y molienda.

Una vez llevado a cabo todos estos paso, se prosigue a la molienda del maíz, donde se le agrega el cacao molido, en algunos poblados la molienda del maíz se lleva acabo en el metate, hasta obtener una masa uniforme a la que se le puede agregar cacao molido. Raíces

Desde la época prehispánica, los Maya-Chontales de Tabasco, elaboraban una bebida a base de cacao y maíz a la que llamaban "pochotl", el cual era muy apreciado entre los antiguos habitantes de estas tierras por ser un nutriente de resistencia para los viajeros indígenas. Esta bebida sigue siendo considerada por los Tabasqueñas como parte de una tradición ancestral que es pasada de generación en generación por los habitantes de estas tierras.

Se creerá que la elaboración del pozol es sencilla, cosa que no es cierto, aun en las comunidades tabasqueñas es común ver que los habitantes llevan acabo la preparación de esta bebida con las bases prehispánicas que dieron origen a esta refrescante tradición. Esta preparación va desde la recolección del maíz, el desgranado y la nixtamalización de este, así como la selección de los frutos del cacaotero de donde son extraídos las semillas de cacao, para seguir con su limpieza, secado, tostado y molienda.

Una vez llevado a cabo todos estos paso, se prosigue a la molienda del maíz, donde se le agrega el cacao molido, en algunos poblados la molienda del maíz se lleva acabo en el metate, hasta obtener una masa uniforme a la que se le puede agregar cacao molido. Raíces

Existen 5 variedades de pozol que son parte de la tradición tabasqueña, pozol con cacao, pozol blanco (a este no se añade cacao), pozol agrio (la masa se deja fermentar de 4 a 45días o hasta que tenga moho), pozol con camote (pozol blanco al cual se le añade un puré de camote y el “chorote” bebida típica del estado de tabasco que se realiza dejando fermentar una mezcla de masa de la nixtamal y cacao molido.

 

La tradición tabasqueña a la hora de disfrutar esta rica bebida, consiste en hacerlo en las famosas jícara labradas, las cuales se elaboran en los municipios de Jalpa de Méndez, Centla y Emiliano Zapata. Existen jícaras que poseen agujeros por todo la superficie, estas se usan como coladores, para separar el agua de pozol del tradicional “shis” que son pequeños residuos o sedimentos que se quedan al fondo del recipiente donde es batido el pozol, ya sea a mano como marca la tradición o con ayuda de una licuadora, cual sea la forma es que este sea preparado, es seguro que esta bebida calmara la sed de quien desee apaciguar el calor típico de la región.

Algo que no puede faltar al momento de consumir esta bebida es acompañarla con los dulces típicos tabasqueños, ya sean de coco, oreja de mico, nance, calabaza, o el famoso dulce de guapaque, es seguro que disfrutará de la combinación de estas dos ricas tradiciones tabasqueñas.

Hoy en día, en las calles de Tabasco, a la sombra de casas y árboles o en los andares pueblerinos es posible ver que los lugareños, e incluso algunos viajeros, mitigan su sed con el pozol.